Aunque hasta ahora casi todos están diseñados para el uso urbano y no para viajes en rutas o autopistas, los Sistemas Automáticos de Frenado son un agregado que poco a poco está haciéndose más presente en los nuevos modelos de Autos a nivel mundial.
Con el objetivo de evitar choques contra otros vehículos o atropellar a un peatón, estos sistemas generalmente se instalan en las partes delanteras del auto para detectar señales de peligro y poder frenar el rodado.
Los sistemas ya existentes mayormente fueron diseñados para el uso urbano, aunque algunos fabricantes ya los están pensando para velocidades más altas, acordes a recorridos por rutas y autopistas. Actualmente, los sistemas de Frenado Automático funcionan cuando el coche se mueve por debajo de los 50 km/h.
Dentro de su funcionamiento general, las características más comunes son el reconocimiento de distancias entre tu vehículo y el que está adelante/atrás, la medición de la velocidad para indicar emergencias y la activación del freno cuando se detecta una situación de riesgo (objeto demasiado cercano y velocidad alta) y el sistema nota que no hay desaceleración.
Cuando sucede esto último, se accionan los frenos de manera automática para evitar consecuencias desafortunadas.
Entre los sistemas que ya están en funcionamiento, algunos detectan sólo otros vehículos mientras que otros más avanzados también reconocen peatones. Otros, además, sólo advierten sobre una situación de posible colisión pero no activan los frenos de manera independiente: debe pisar el pedal el propio conductor.
De cualquier manera, este tipo de innovaciones siempre apuntan a una mayor seguridad en nuestros viajes y es necesario ir adaptándolas y aceptándolas a medida que aparecen.