Ya no es novedad decir que el uso de bicicletas en todas partes del mundo va creciendo cada vez más. Los motivos son varios: evitar la contaminación, alejarse del caos de tránsito y los embotellamientos, hacer ejercicio, no gastar tanto dinero, etc.
Pero no todo es color de rosa a pesar de los beneficios del avance del pedaleo. Uno de los principales problemas es la falta de lugares para poder dejar tu bici. Si vas a trabajar quizás en tu empresa no te permiten dejarla, tal vez el ascensor de tu edificio no es lo suficientemente grande para que entre el rodado, y dejarla en la calle, aunque sea con candado, tampoco es la opción más segura.
¿Cuál es aparentemente la mejor solución? Que los estacionamientos privados permitan el acceso de bicicletas. Esta resolución, que parece tan simple, lamentablemente no siempre se cumple. A pesar de que hay leyes y ordenanzas municipales por todo el país, parece que a los propietarios de cocheras no les conviene económica y ni espacialmente hacer un hueco para las bicis.
No obstante, hay varias ciudades que, en medio del auge ciclista que ellas mismas impulsan, han tomado varias medidas para que el estacionamiento no se convierta en un caos.
En Seguridad News te mostramos algunas situaciones a tener en cuenta en diferentes puntos del país:
Acá podrás leer:
#Capital federal
La ciudad más grande de Argentina es por consiguiente la que más bicicletas tiene en circulación y por ende la que más problemas genera. La cantidad de personas que se inclina por la bici ha aumentado muchísimo y el gobierno impulsó un plan de uso público y gratuito de bicicletas que viene dando bastante resultado.
En cuanto al estacionamiento, en 2010 se lanzó el decreto 485, que incluía la Ley 1752/05, cuyo primer artículo menciona que las playas de estacionamiento tienen que garantizar el ingreso de “ciclorrodados, bicicletas y motonetas”. También la normativa habla sobre las tarifas: el precio de una hora de estadía no puede superar el 10% de lo que paga un auto en ese tiempo; para un día entero se pagará el valor mínimo de dos boletos de colectivos urbanos, es decir, entre $12 y $13.
Si bien la mayoría de los estacionamientos privados tiene su espacio para bicicletas, el principal problema es que casi nadie respeta ese precio, sobre todo en los sectores de la ciudad donde más bicicletas circulan (por ejemplo el Microcentro, donde mucha gente va a trabajar a través de este medio de transporte).
Por otro lado, el sitio oficial del Gobierno Porteño destaca sus más de 5.000 puestos de estacionamiento público de bicicletas, haciendo hincapié en que en el espacio que requiere un auto para estacionarse, se pueden colocar hasta 10 bicis.
#Rosario
Rosario es otra cuidad que apunta a ser verde y ya lanzó varias campañas en pro de las bicicletas. Una de ellas fue noticia durante el año pasado, ya que hacia fines de diciembre había alrededor de 50 playas privadas rosarinas que empezaron a acatar una ordenanza de ¡1986! para permitir el guardado de bicicletas.
La norma apunta a que los estacionamientos que tengan espacio para 30 vehículos o más deben reservar el espacio que ocuparía un “automóvil grande” para guardar bicicletas de manera gratuita.
Así, las veredas, árboles o postes de luz del centro de Rosario empiezan a verse cada vez menos encadenados.
#Santa Fe
En la capital de la provincia también hubo novedades a fines de 2015: cada nuevo edificio que se construya con cochera para autos, deberá contar con un espacio para estacionamiento de bicicletas que permita guardar tantas bicis como autos caben en la cochera.
#San Luis
Está en marcha un proyecto para que frente a edificios públicos, centros comerciales y plazas haya estacionamientos de uso exclusivo para bicicletas y gratuitos. De esta manera se sigue impulsando el uso de este rodado y se le da mayor seguridad a quienes deciden moverse por esa vía.
#Córdoba
Para recibirse de diseñadora industrial, Lucía Ron presentó una tesis que no sólo le otorgó el título sino que además se convirtió posiblemente en el futuro del parking de bicicletas.
En Córdoba, creó “Bajo”, una especie de bici-estacionamiento portátil. El artefacto plegable y desarmable puede ser llevado por uno mismo y armado donde se quiere dejar la bicicleta. Servirá para espacios privados y públicos, en este último caso con dos versiones: una móvil, para “llevarse el estacionamiento” una vez que terminás de usarlo y el espacio pueda usarse para otra cosa, y una fija, para mantenerlo allí y que alguien más pueda usarlo.
#Bonus track: Japón
Los nipones son de los más avanzados del mundo y lo dejan en claro con cada avance que presentan. Aquí no te adelantaremos nada: sólo mirá el video de lo que hacen para estacionar sus bicicletas:
¿Cómo funciona el servicio de parking para bicicletas en tu ciudad? ¿Ha mejorado en algo desde la aparición de las nuevas medidas? Sumá tu opinión en la sección comentarios o en nuestras redes sociales. Además, si te interesa conseguir un accesible seguro para tu rodado, podés cotizar para conseguir el mejor precio posible.