La historia de nuestra música se remonta a las tribus aborígenes autóctonas de nuestro territorio. Éstos la utilizaban como un vehículo de expresión de sus sentimientos y su instinto.
Música representante de los pueblos originarios
Sin embargo, con la llegada de Colón a nuestras tierras, la música fue cambiando y adaptándose a la influencia española. Es así, que comenzó a mezclarse o a utilizarse para celebraciones religiosas. Los jesuitas, en ésa época, crearon escuelas para la formación de músicos en dicha materia.
Gracias a la influencia mencionada, y a la llegada de esclavos africanos para trabajar en nuestras tierras, fue que se creó la música folklórica. Por lo tanto, ésta es resultado de un proceso de mestizaje entre 3 culturas: europea, originaria y africana.
El folklore representaba lo que el pueblo sabía y quería decir. Para lograrlo, tenía que rebelarse. Este significado deviene de la etimología de su palabra: folk (pueblo) y lore (saber).
En 1783 se inauguró el primer teatro, el llamado «Casa de Comedias de la Ranchería», en dónde se desarrollaban actuaciones teatrales y espectáculos musicales, con la participación de la orquesta del teatro.
En 1797, Blas Parera, músico catalán, desembarca en nuestro país. Años después sería el compositor de nuestro Himno Nacional.
A partir de 1852 hasta 1910, la música argentina (ya fuera de la esfera de influencia española colonizadora) busca insertarse en los grandes centros europeos. Es así que se desarrolla enormemente la ópera en nuestro país.
En 1857 se construye el Teatro Colón como centro de cultura musical. Incluso, adquiere relevancia mundial y participan de sus muestras artistas de todo el mundo.
Algunos de los principales compositores musicales argentinos del período clásico fueron: Arturo Beruti, Nicanor Albarellos, Amancio Alcorta, entre otros.
«Pampa» – Arturo Berutti (1896)
Arribando en un nuevo siglo, el XIX, se origina el tango, otro género característico de nuestro país, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Éste surgió como la fusión entre el candombe (propio de la cultura esclava africana de la época) y la milonga, para dar lugar al tango y a sus instrumentos básicos: el piano, violín y bandoneón que reemplazaban a los tambores, flautas y guitarras de los ritmos anteriores.
En primer lugar, el tango venía a representar al sector más pobre de la sociedad y a narrar sus aventuras amorosas e infidelidades. Recién adquirió protagonismo entre la clase social alta en el siglo XX, gracias a su fama mundial y el gusto de las burguesías europeas por ésta música.
Se puede considerar como «época dorada del tango» a la que transcurrió entre 1920 a 1960. Algunos de sus principales intérpretes del período fueron: Carlos Gardel, Astor Piazzolla y Roberto Firpo.
«Por una cabeza»- Carlos Gardel (1935)
A principios de 1960 surge el rock nacional como la «movida» creada por la generación más joven para reclamar y hacer escuchar sus voces sobre temas de preocupación social. Sin embargo, el auge de éste finaliza en los inicios de la dictadura militar, en dónde más de 100 artistas locales fueron censurados por elaborar «material sublevador».
«De boliche en boliche» – Los Naúfragos (1970)
«Me gusta ese tajo» – Luis Alberto Spinetta (uno de los temas prohibidos durante la Dictadura Militar)
Finalmente, con la culminación de la dictadura militar argentina, el rock volvió a ocupar el primer lugar en las listas y fueron apareciendo nuevos artistas, mientras que el género folklórico y tanguero, quedaron algo más desplazados de las elecciones de los oyentes argentinos. De todas maneras, existen artistas modernos que han re versionado éstos géneros, como es el caso de «La Sole» y El Chaqueño Palavecino.
«Aunque me digas que no» – Soledad (2019)
¿Qué opinan de la música argentina? ¿Conocían la historia? Cuéntennos que escuchan por ahí.
Además, te invitamos a que leas sobre el poder de la música.