Si sos uno de los miles de argentinos que hace años se enamoró de su auto y que por nada en el mundo lo va a cambiar, seguramente también te fanatizaste por su cuidado.
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Los fierros viejos que tanta pasión despiertan tienen mucha fama de ser más leales y fuertes, pero también es cierto que necesitan mucho cuidado. Y seguramente a vos, que te volvés loco con la Coupé Fuego o con el R21, te van a servir estos diez consejos que reunimos para mantener siempre cuidada la pintura de tu coche clásico.
Cómo cuidar la pintura de tu auto viejo:
1- Frecuencia: no laves el auto sólo cuando está sucio. Es altamente recomendable, sobre todo en coches que no son nuevos, una limpieza al menos cada tres semanas para sacar lo antes posible sustancias que se posan sobre la pintura y que pueden causar daño. Respetando esto, el auto estará como una pinturita siempre y a la vez cuidado.
2- El encerado también es importante más allá de quitar la suciedad. No es necesario — de hecho puede ser perjudicial — encerarlo cada vez que lo lavás, pero si lo hacés al menos una vez cada tres lavados tu pintura tendrá protección extra y durará mucho más.
3- No se recomienda pasar ningún artefacto de limpieza sobre la chapa del auto si está seco. Por más suave que sea el paño, la franela o el cepillo que uses, la pintura se puede rayar si no estaba mojada previamente.
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4- Temperatura del agua: para no dañar la pintura, sobre todo si el coche ya tiene sus años, hay que evitar que el agua esté muy caliente. Para la primera parte del lavado es preferible agua templada y para el enjuague es mejor si usamos fría.
5- Sacar urgente las manchas indeseables. Con esto nos referimos a excremento de aves o a los bichos que quedan pegados en el parabrisas o la parrilla al viajar en ruta: si no los sacás apenas las ves y dejás que se adhieran, después perderás toda una tarde tratando de quitarlas y podés llegar a dañar la chapa en el intento.
6- Si algún líquido peligroso cae sobre tu carrocería, limpialo inmediatamente para que no tenga tiempo de arruinarte la pintura. El caso más común es una gota de combustible que cae en la estación de servicios sobre el guardabarros o algún líquido para tu motor cuando lo llevás al mecánico.
7- Si sufrís algún rayón o daño grande en la chapa que afecta la pintura, por más que te duela hacer el gasto, no dejes que pase el tiempo sin arreglarlo. Si pasan semanas y semanas con esa herida abierta, la rayadura sólo le hará más profunda y extensa y cuando te decidas a repararla, el gasto será mayor.
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8- Sobre todo cuando viajás por ruta y a alta velocidad, no te acerques más de lo recomendado al vehículo que va adelante. Más allá de las cuestiones de seguridad que todos conocemos, el que va adelante, por ejemplo si es un camión, puede ir desprendiendo algún resto de la mercadería que lleve o despedir algún objeto que haya en el camino y provocarte un rayón innecesario.
9- Descontaminación: expertos aseguran que con el paso del tiempo y el uso extendido, algunos agentes como bacterias o microbios invisibles se adhieren a la pintura de tu auto y poco a poco la van arruinando. Esto sucede por la polución del ambiente y por eso se recomiendan estas descontaminaciones cada tanto para limar asperezas.
10- Ojo dónde estacionás. El lugar menos recomendable históricamente es debajo de los árboles: la resina o savia que desprenden algunas especies pueden caer en el techo o capó de tu vehículo y causarle un gran daño a la pintura si no lo limpiás rápidamente. Además, si te tocó un día de viento o tormenta, corrés el riesgo de que caiga una rama encima.
Y vos, ¿le prestás una atención especial a la pintura de tu auto? ¿Qué trucos usás para mantenerla como nueva? No dejes de comentar con tus consejos.
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